Hace mucho tiempo el hombre –apoyado en la ciencia- ha intentado alterar el clima para obtener distintos beneficios, ya sea intentando sembrar nubes o inyectando yoduro de plata para provocar precipitaciones que ayuden a la producción agrícola, así como reducir el impacto de los incendios forestales.  Todas estas medidas han tenido una efectividad de apenas el 10%. No obstante. China pretende ir más allá al intentar manipular el clima en extensiones mucho más importantes.

Los objetivos de proyecto se basan la generación de lluvia y nieve en una superficie de 5.5 millones de kilómetros cuadrados, cuatro veces a la que tiene el Perú. Todo esto para el año 2025. Asimismo, ese mismo año se busca implementar un área de 580 mil kilómetros cuadrados protegida por las operaciones de prevención de granizo. Y finalmente en el 2035 se busca replicar este modelo a nivel global avanzado, mejorando la prevención de riesgos.

Para lograr estos objetivos el gobierno chino invertirá en investigación y desarrollo, además de optimizar sus políticas medioambientales.