En el distrito de Yanahuara, una exclusiva discoteca se convirtió en blanco de una brutal cadena de amenazas de extorsión enviadas por WhatsApp desde números nacionales y extranjeros. Los delincuentes exigieron el pago de una supuesta deuda y advirtieron que “reventarían” el local si no se cumplía su demanda, incluso amenazando al personal y a sus familias. El caso es investigado por el Área de Secuestros y Extorsiones de la Divincri, que busca identificar a la organización criminal detrás del chantaje.
La situación se agravó cuando el administrador reveló que antes de los mensajes ya se habían registrado dos ataques sospechosos. El 1 de noviembre, un individuo lanzó gas pimienta dentro del local, afectando a clientes y trabajadores, y nueve días después, desde un auto en movimiento, otro sujeto arrojó gasolina al grupo electrógeno, generando un serio riesgo de incendio. Aunque estos hechos no fueron denunciados en su momento, ahora forman parte crucial de la investigación para determinar si fueron perpetrados por la misma banda extorsiva.
Mientras la Policía rastrea los números telefónicos usados, cruza patrones de amenaza y vincula el caso con otros hechos similares en Arequipa, los trabajadores del establecimiento permanecen en alerta ante posibles nuevos ataques. Este episodio refleja el repunte de extorsiones contra negocios formales en la ciudad, donde el miedo y la inseguridad continúan en aumento, y muchos empresarios optan por guardar silencio hasta encontrarse al borde del peligro.
